INCONTINUUM

miércoles, abril 12, 2006

un cuento científico

Un grupo de monjes budistas llegó un día a un laboratorio de alta tecnología americano (uno de los tantos laboratorios americanos de fisica y matemática que concentra lo que todo un país en desarrollo desearía conocer) solicitando se les rentara un laboratorio con todo su equipo. Los sabios yanquis al verlos, sarcásticos, accedieron de buena gana, pues les parecía "divertido" llegar a saber que es lo que harían unos monjes vestidos con trapos naranjas en unas instalaciones de altísima tecnología. Al preguntarles cuál sería el objetivo de su investigación uno de los monjes comentó solemnemente que durante siglos la órden se había dedicado a calcular la miles de nombres de Dios que están manifestados en el universo y que de hacerlo en sus computadoras y sus lentes hiperavanzados lo harían en menor tiempo.
Después de unos meses los monjes empezaron a abandonar las instalaciones. Mientras ésto pasaba los científicos americanos suponían que su misión ahí había fracasado y que todo había sido un mal chiste, se decían entre ellos que nadie nunca sabría que es lo que habían logrado y que la cuantiosa renta de ese laboratorio había sido en vano, así, los veían conteniéndose la risa. Sin embargo, al abandonar el último monje las instalaciones los sabios yanquis se percataron que, en el cielo, las estrellas empezaban a apagarse.

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