cantando para nadie

La expresión siempre se da a destiempo. Lo que se deba o se tenga que decir siempre obedece a leyes misteriosas de rezonamiento que de entrada nunca es inmediato a la sensación. Habrían de suceder otras cosas antes de poder saber claramente que es lo que queremos decir y cómo lo habremos de decir.
En eso radica nuestro poder como seres pensantes y al mismo tiempo nuestra carencia más grande pues al no ser animales que obedecen a sus instinto sin el filtro de la razón perdemos en ese proceso lo que verdaderamente queremos decir y que muchas veces se traduce en una silenciosa acción.
Sentir es cantar para nadie.