INCONTINUUM

jueves, febrero 02, 2006

conversatorios

Es obvio que soy un parlanchín. Pero es causa de mis silencios prolongados. Hoy en día encontrarse con un buen conversador es muy difícil. Todo está mediado por el tiempo.
Por eso debo extender mi petición ante los gestores urbanos de generar conversatorios en esta ciudad del silencio ensordecedor o ruido que asilencia.
Mi idea de conversatorio es como el principio de el confesatorio, pero en este no estaría ningún sacerdote, sino cualquier otro ser que quiera enterarse del pedazo de vida de otro y anonimamente entablar una conversación...habría menos corazones rotos, menos decepciones y el anonimato dibujado en el internet sería una valvula de escape en esta ciudad de soledades enmudecidas.

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