INCONTINUUM

sábado, diciembre 17, 2005

memoria

Cada vez que me falla la memoria, pienso en la angustia que deben experimentar los que saben que ya no se acuerdan de nada. Pero algo me dice que al cabo de cierto tiempo se ven poseídos por una secreta alegría que no aceptarían cambiar por ninguno de sus recuerdos, incluso por lo más excitantes.
Hoy vi un viejo que se reía solo.