Diferencias

A veces sólo hay que saber detectar la diferencia entre lo que se es ahora de lo que se fue ayer. Así como nuestra madre nos medía en ese viejo marco de la puerta para saber ejercer el derecho de asombro ante el propio crecimiento a pasitos milimétricos, así veo la última rayita mal trazada en la que se quedó mi capacidad de verme hacia alguna dirección. Los milimetros con los que uno empieza a crecer los cambia por esos pequeños gestos en los que uno se recrea siendo el proyecto de amor de alguien más, la esperanza de un humano que renuncie sistemáticamente a su animalidad o el hombre que esté consciente de su fugacidad. 

Las rayitas que fuimos trazando ahora se convierten en la escalera por la que bajaremos….o subiremos a algún viejo conocido lugar.