EMOCIÓN BLOGGERIL
Sí, debo confesar -acaso esto no es una especie de confesionario, en esto días en que ya nada asusta a nadie) que me gusta ver comentarios en mis entradas. Me pone contento ver todas esas palabritas que le dedican a lo que escribí...cierto no sé cuanta gente me lea, pero lo que si sé es que no son más que los dedos que tengo en una mano. Aún así agradezco profundamente el hecho de que alguien lea lo que escribo ¿a quién no le gusta ser leído y sentido en el mejor de los casos?
GRACIAS A QUIEN CORRESPONDA
Abriré una botella de vino y brindaré por esos ojos y esa sensibilidad que aunque anónimos se me antojan cercanos y brindo pensando que eventualmente la afecto (en efecto y afecto)...
gracias