INCONTINUUM

miércoles, octubre 25, 2006

Para no perder las palabras hay que tirarlas al vacío

El hombre es, par excellence, el animal que va más allá de la reacción. Crear arte es sobre-reaccionar, pensar es sobre-reaccionar, casarse es sobre-reaccionar. Todas las actividades humanas decisivas son excesos. Ya desde el principio el caminar erguido del hombre era una hipérbole que no se dejaba encuadrar por completo dentro de las ventajas biológicas de la adaptación. Desde los orígenes, lo que aquí entra en liza es una tendencia a romper los quicios, al exceso. Toda palabra humana no es sino un disparo a lo abierto.

Cinturón de seguridad para corazones en movimiento

No más relaciones ni más disculpas. Sólo saludos lejanos en las encrucijadas del infinito, saludos de meteoro a meteoro. Un intercambio de destellos de incandescencia a incandescencia y un cauto caminar en compañía con los pasos inaudibles del amor.

Olvidarme de mi

Trabajar, vaya forma de olvidarse de vivir.
En estos momentos como no soporto esta inquietante imagen mía, verme a todo tiempo y profundizar en mi. De verdad quisiera olvidarme sistemáticamente de mí.
Este estar sin otra cosa que hacer que reforzar esa obsesión de mí mismo.
Hoy más que nunca quisiera olvidarme más y más de mí.

De la mediocridad humana

Hay quien se quitará uno de los ojos para poder ser rey en el país de los ciegos

Por qué ese afán de que que todo esté bien:

esa inocente y superflua adicción de querer estar bien...

" La neurosis europea ve a la felicidad como su objetivo y el esfuerzo de la razón como su medio para alcanzarla. Esta compulsión tiene que ser superada. Debe renunciarse a la adicción crítica por mejorar las cosas. "

Peter Sloterdijk
Crítica de la razón cínica (fragmento)

miércoles, octubre 04, 2006

arqueología de la esperanza

¿¿¿Escribir en éste lienzo virtual???
Vaya narcisismo postelectoral.
Sofi, que a veces me recueda a un monje Sufi me dio una de las mejores metaforas en línea: escribirnos cartas con fechas posteriores para recordarnos que estamos vivos. Una mujer sabia, cuya actividad es terminar una densa maestría.
Y regreso a eso de las cartas que se escriben en un presente incierto, uno termina escribiendo como si el futuro fuese o más seguro y entonces mandamos una botella con palabras que nos gustaría escuchar en ése momento futuro donde, apegándonos al pronóstico reservado de la deseperanza, nos hará falta.
En todo caso estamos dormidos y estas cartas serían como un pequeño acto de alarma para despertarnos de esa rutinaque termina momificándonos en vida.
Que belleza: ese emitir cheques en blanco postfechados, un abono a nuestra esperanza...vivir espiritualmente en el futuro.
Escribo con la pequeña inquietud de que ésto termine siendo mi propia arqueología del a esperanza.

y la poesía?

De niño muchas veces me prometí no perder el entusiasmo, el asombro y la esperanza. Ese oficio de incorregible optimista y virlento soñador fue algo que me mantuvo conectado con esa niñez que se me escurría entre los dedos. Poco a poco, mientras inventaba el mundo donde habría de habitar, iba relegando a ese niño, pensando que las cosas que me acontecían no eran cosas de niños. Sintiéndoe adulto dejé de mantenerme cerca de ese otro yo asombrado y esperanzado. Perdí la poesía en algún lugar. Esa llave con la que entraba y salía de esa habitación donde vivía el niño que solía ser. La poesía se me perdió en algún lugar y rompí la promesa que alguna vez juré no romper. Y ahí empezó todo.
Qué más puede perder un hombre de sí mismo que la esperanza??

Mal y tarde empiezo a darme cuenta de que sólo puedes darme un pedazo de tu tiempo, de tu vida, de tu pasión. Tendría que ser otro para inspirar y provocar lo que tanto demando y tú ser otra para buscar lo que realmente estás buscando. Mil y un veces he querido ubicarme. Ser realista. De verdad ser de una vez por todas lo patético que suelo ser y enfrentar las consecuencias...creo que sólo así seré libre.
Mientras tanto me sigo preguntando si lo que doy es lo que quiero dar.