INCONTINUUM

martes, julio 12, 2005

Velocidad...

Tuve, alguna vez, la sensación de que yo corría tras la vida. Como un cachorro de guepardo pensaba que como depredador uno pone el ritmo en la persecución.
Poco a poco me he estado cuenta de que es la vida la que corre trás de mi y pone un ritmo de persecución sumamente implacable. El tiempo no es una gacela.
Ante el tiempo no podemos ser ingenuos. Que nos pisa los talones. Que nos abraza en la estepa en la sutil insinuación a rendirnos. Que siempre es mejor corretear a la vida en la redondez del espiral que llamamos existencia.