INCONTINUUM

miércoles, mayo 25, 2005

Un ejercicio de canto antifonál

Tengo plena conciencia de que este blogger es más un capricho expresivo que práctico. La imagen correspondiente es un niño que después de aprender a leer y escribir corre al puerto más cercano para envíar una botella con un mensaje. Esa curiosa sensación de que las palabras son -diría Vallejo- heraldos negros.
Sin retroalimentación se reafirman las locuras.
Cierto, nadie sabe para quien se baña o lo que es lo mismo, nadie sabe para quién escribe.

p.d. Al menos el blogger alivia la comezón cerebral de decir algunas cositas.