Hallazgo de tio #1

Pero si puedo ser divertido!!!!. Tanto como para hacer reir a un niño -y eso si que es difícil- arrancar una sonrisa a un adulto requiere talento y no es tan dificil -más cuando la sonrisa es ya un cliché-, pero provocarla en un niño requiere poner la vida en juego, ser convincente con lo que queremos comunicar. Los niños tienen por oficio el asombro y la imaginación. Pero es increible lo fríos que pueden ser cuando sospechan que uno quiere ser condescendiente. Ellos detectan lo auténtico por que ellos lo son. Entonces, cuando detectan esa resignada forma de expresarnos como adultos, se van al otro extremos: nos ignoran.
Que terrible ser ignorados por los únicos seres en l tierra que se siguen asombrado por todo.