INCONTINUUM

viernes, mayo 27, 2005

Estrategias...

Tengo un buen amigo que me compartió algo interesante en estos días. Como el tema preferido de los treinteañeros es la propia vida afectiva -en un sazón entre autocomplaciente y condescendiente, entre tierno y desesperado- me puse a pensar en esa frase sabia a la que llegamos mi amigo y yo: "Todos, a estas alturas, tenemos una estrategia".
Y ,sin ventilar la situación que nos llevó a esta conclusión, todo salió de los primero días de enamoramiento entre dos co-generacionales -hombre mujer posmodernos, es decir dos hijos de chabelo y star wars- y de cómo aún inconcientemente generamos estrategias explícitas e implícitas sobre nuestro panel de juego amoroso -sin pilas incluidas-. Hablabamos de que siempre estamos como dando vueltas alrededor de la expectativa y el "no parecer tan involucrado" es como el look apropiado frente a la gran incertidumbre de estar con alguien. Al final reímos como estúpidos y terminamos hablando de alguna película y reacomodando nuestra imagen de hombre contemporáneo tirándole a metrosexual. Pero el tema quedó volando. ¿Tenemos todos una estrategia? y si es así....¿estrategia para qué?.. para ganar qué?
Volvimos a hablar hace días. Esa inquietud seguía en el aire. Pudimos acariciar un objetivo para la estrategiay así contestar nuestra pregunta, llegamos a que el fin de esas estrategias es: el control sobre la relación. Eureka!!!!! pensamos que lo teníamos. Pero después de escudriñar esa respuesta que nos pareció acertada, nos dimos cuenta de que no, de que en realidad el control de la relación no es un fin, más bien es un medio. Por muy bizarro que parezca.
Hoy, con un terrible nudo en la garganta, puedo decir que la estrategia es para no perder, perdernos a nosotros mismos en ese juego donde no hay perdedores ni ganadores, ciertamente a estas alturas del partido uno sólo se pierde a sí mismo.

De la táctica luego hablamos.