INCONTINUUM

miércoles, noviembre 13, 2013

Extrañamiento

No hay una noche que no piense en ti. Cuando vivía junto a ti bajaba sólo para oír tu respiración, para ver cómo estirabas tus manos. Hoy, cada noche, me imagino cómo decides dormir con tu biberón, esa muletilla física que te adormece. Hoy siempre duermo con una lágrima y este dolor que tengo en mi corazón buscando una imagen que me de sosiego. Hoy simplemente apago la luz y quisiera que al hacerlo se me quite este extrañamiento de mi propia vida. Este terror de que me olvides.