INCONTINUUM

miércoles, enero 18, 2006

topografía

A veces logro percibir cómo tu nariz y ese lunar que tienes junto a la boca (no es canción popular mexicana) se ponen de acuerdo para pasmarme -cual computadora 386 en tiempos de internet- y no sé cómo tus pequitas logran captar la más autista de mis dispersiones, ni ese espolvorearse y volver a agruparse de tus lunares que no sé a qué constelación me recuerdan. A veces no sé cómo eres como esa ciudad que se narra en la ciencia ficción, que cambia de edificios y siempre hay un pequeño avistamiento de algo nuevo. El bestiario magnífico de tu piel, con seres sumamente maravillosos. O la topografía de tu cuerpo que siempre -con mis pasos de labio- logran hacerme sentir como un neófito de tu geografía. A veces me siento completamente sorprendido con cara de asombro cuando veo de repente tu universo desabotonado. Y ahí, esas partes de ti que siguen complotando para mantenerme completamente anonadado, siguen bailando pues siempre cumplen con su objetivo. Nunca pensé sentirme sumamente ingenuo y a la vez tan capaz de seguir explorando.
A veces logro percibir como los misterios siguen brotando por debajo de tu piel.

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