mi floja sonrisa
Hoy en la mañana mi sonrisa no se quería levantar. La muy cretina no hizo caso alguno a la alarma que religiosamente está puesta a las 7:35 -debo confesar que no me gustan los ceros en las alarmas, pues pienso que un cero indica un mal principio de día-. Bueno, decía, mi sonrisa se quedó pegada a la almohada acurrucándose y volviéndose a tapar con el sesgo de un sueño escurrido -o mejor dicho babeado-. En fin, tuve que levantarme sin sonrisa y meterme a bañar, al final me dio ternura y la dejé reposar al escuchar su suplicante "otros cinco minutos, por favor". Lo cierto es que cuanod llegué al espejo me pareció extraño verme sin ella, pero pasé por alto esa asimétrica irregularidad. Debo decir que un hombre de 31 años, sin sonrisa es sumamente extraño a la vista, podría decir que más si no se ha afeitado y más sin haber desayunado. Y bien, me bañé sin ella. NO canté, mi baño fue silencioso. Incluso al salir del baño mis dientes titiritaron desganados y bastante de mala gana. Unos "buenos días" fueron constestados con un gruñido -y hasta diría con un ilegible ladrido de perro chihuahuense con bronquitis- y el buscar camisa y ropa interior fue muy gris.
Al final de todo esto reflexionaba de cuántas veces no habré olvidado mi sonrisa durmiendo y salí por esa puerta, pensando -como todos- que s enos olvida algo. Cierto al levantarla, me di cuenta en el metrobus que quizá sea como algo masivo eso de olvidar -con la buena intención de que descanse- a esa nuestra floja sonrisa. HOy mi sonrisa y yo -ya cuando se levanta completamente es muy animada y buena toda ella- contamos cuántas gentes se les había olvidado la sonrisa...es más observamos casos de perosonas que yo creo que no se han dado cuenta de que su sonrisa ya no vive con ellos. Pero bueno, eso es cosa de cada quien y mi sonrisa y yo optamos por seguir caminando contentos de estar juntos otra vez.
Al final de todo esto reflexionaba de cuántas veces no habré olvidado mi sonrisa durmiendo y salí por esa puerta, pensando -como todos- que s enos olvida algo. Cierto al levantarla, me di cuenta en el metrobus que quizá sea como algo masivo eso de olvidar -con la buena intención de que descanse- a esa nuestra floja sonrisa. HOy mi sonrisa y yo -ya cuando se levanta completamente es muy animada y buena toda ella- contamos cuántas gentes se les había olvidado la sonrisa...es más observamos casos de perosonas que yo creo que no se han dado cuenta de que su sonrisa ya no vive con ellos. Pero bueno, eso es cosa de cada quien y mi sonrisa y yo optamos por seguir caminando contentos de estar juntos otra vez.
1 Comments:
Ah, me da un gran gusto que hayas regresado... y ya me preguntaba yo cuántos años tienes. Gracias por no hacer que te lo hiciera... Hay veces que la sonrisa tiene más flojera que nosotros y no quiere por más que le rueges, despertar... pero no la obligues, cuando se le despierta molesta, se la pasa enojada y pierde naturalidad... cuando despierta sola, no es necesario que le llames, ella va contigo y es hermosa cuando hace que tus ojos brillen.
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Zu san, at miércoles, enero 18, 2006 11:26:00 a.m.
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