posesiones

Tengo un castillo vacío con murallas de cristal.
Tengo una cartera vacía con dos retratos que me cuidan.
Tengo una pluma que no uso.
Tengo un librero hambriento y un libro de Pessoa que no me deja en paz.
Tengo una lista enorme de tentaciones númericas.
Tengo mis discos y libros, compañeros inseparables, guerreros en mis batallas invisibles.
Tengo un huevo de onix, un soldado de plomo mutilado y un samuraí que me regaló la Sibyla.
Tengo un relój que tengo miedo de mirar.
Tengo un piso de madera donde bailo sin que nadie me vea un vals.
Tengo una servilleta arrugada en mi pantalón.
Tengo una botella de Bacanora que nunca me beberé.
Tengo una chimenea que nunca prenderé.
Tengo un espacio vacío en el que ha de brotar una posibilidad.
Tengo un puñado de sueños rotos.
Tengo un colchón que un viernes se congeló.
Tengo una invitación a guardar silencio.
Tengo, al fin y al cabo, todo lo que perdí.