un perro
Incapáz de levantarme, atado a la cama, me dejo llevar por los caprichos de la memoria, y vagabundeando, niño, en las calles de mi primer casa. Un día me encontré con un perro cuyo dueño, sin duda para deshacerse de él, lo había amarrado a un árbol. Estaba tan delgado y tan vacío de vida que apenas si tuvo fuerzas para mirarme sin moverse. Sin embargo, estaba de pie, él...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home