un deseo de noche
Es oficial: no puedo dormir. No me explico esa sutil manía que tiene mi cerebro de pensar TODO de una sóla vez.
Ahora, a esta altura, puedo limpiar la neblina de la miopía humana y la mar nada entre peces. La utopía de romper esta noche y estar dibujando poemas en tu espalda, transgredir nuestro presente es mi más cara travesura.
Esta noche muchos amantes se están amando, están sacándole fotocopias al pecado original. Yo no estoy con la mujer que amo y percibo la sonrisa budista de la paciencia que se codea con mi soledad y no pasa nada. ¿Cuántos besos he guardado, cuantas caricias bajo la almohoada?...son perecederos, recursos renovables "tómense frescos, sin agitar". ¿Cuántos orgasmos, cuántos instantes tejen la dulzura de dos cuerpos entrelazados, cuántos cuerpos serán redimidos por una luna que ata y desata nudos de vida?. Y el sol, ¿cuántos abrazos iluminará?. Esta noche no estoy menos solo que otras, abrazado al sosiego y con mi lucidéz trabajando.
Cómo un Icarus me hago alas de la noche y salgo a buscarte.
La noche, cierto, debilita los corazones, el cuerpo se hace una pieza que quiere formar algo más.
La noche tiene dos sonidos: la noticia de estar soñando y la contundencia de estar solo.
Ahora, a esta altura, puedo limpiar la neblina de la miopía humana y la mar nada entre peces. La utopía de romper esta noche y estar dibujando poemas en tu espalda, transgredir nuestro presente es mi más cara travesura.
Esta noche muchos amantes se están amando, están sacándole fotocopias al pecado original. Yo no estoy con la mujer que amo y percibo la sonrisa budista de la paciencia que se codea con mi soledad y no pasa nada. ¿Cuántos besos he guardado, cuantas caricias bajo la almohoada?...son perecederos, recursos renovables "tómense frescos, sin agitar". ¿Cuántos orgasmos, cuántos instantes tejen la dulzura de dos cuerpos entrelazados, cuántos cuerpos serán redimidos por una luna que ata y desata nudos de vida?. Y el sol, ¿cuántos abrazos iluminará?. Esta noche no estoy menos solo que otras, abrazado al sosiego y con mi lucidéz trabajando.
Cómo un Icarus me hago alas de la noche y salgo a buscarte.
La noche, cierto, debilita los corazones, el cuerpo se hace una pieza que quiere formar algo más.
La noche tiene dos sonidos: la noticia de estar soñando y la contundencia de estar solo.
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