INCONTINUUM

jueves, diciembre 15, 2005

Suelo

Suelo hablar de lo que me pasa. Pero dijera Borges, si los libros retrataran lo cotidiano de los personajes tendría que ser una novela o un cuento sumamente aburrido, tedioso y terriblemente identificable - por no decir parecido al tedio del que decide buscar en un libro lo que no encuentra en su vida. En todo caso el que escribe le da un sazón de extraordinario...digo, para que sepa.
Pero bueno, no he sido un buen publicista de mi vida ultimamente. En todo caso lo que me ha tocado es aprender a contemplar el tedio sucesivo de una hora desgajada - en cristiano: el segundero llega a calar-. Hablo de lo que me pasa y de lo que no me pasa. De ésto último me reservo el derecho de admisión a las abrigadas esperanzas de mantenerme en el más franco de los anonimatos. Saber que hoy fui feliz, pero que pude haberlo sido más, la ambición del hedonistas-. En el primero -es decir en lo que me pasa- obviamente declararme real -con todo lo que ésto implica-, por tener tantos errores -bonita forma de demostrar mi identidad material- y por aceptar con todos mis sentidos rendidos que hoy me conmovió ver a una pareja de viejos tomados de la mano, ver cómo un niño se dormía en el metrobus y sentir como mi risa se estiraba como el hilo de baba que le brotaba a ese inocente -en su debut de humorismo involuntario- o de la luna grandotota como la canción de chava flores que, una vez más, me anuncia que no soy hombre lobo y que permaneceré lampiño hasta que se me olvide que tengo piel que cubrir; o también de tu mirada de niña y de darme cuenta de que me gusta ver como -al final del día- no te desvistes hasta llegar a tu casa, de ver cómo desabotonas la coraza de adulto contemporáneo cuando nos empezamos a ver de lejos y te borta una niña que tiene una mirada llenita de vida...y sí, supongo que eso no es más importante, oportuno y relevante que decir que pude establecer contacto con un ser extraterrestre o que vi a un fantasma. Pero a mi me basta para acostarme convencido que hoy estuve vivo. Que valió la pena levantarse -aun sin pisar con el píe derecho- y que valió la pena darle trabajo a los sentidos y al corazón. No sé si valga de algo, pero hoy me sentí privilegiado de ser testigo de estos milagros, saber que en medio de todo esto, de todo lo que se ha escrito o no: Yo lo vi.
(algunos ven gnomos y magos en escobas tipo ferrari...yo vi a la mujer de mi vida en una imagen que no olvidaré)