INCONTINUUM

lunes, diciembre 12, 2005

ex libris

Hay veces que me siento un libro en una repisa esperando ser leído (como ese libro que no es tan bueno y que pide que le avancen a los capitulos posteriores)rogándo que le toque un lector que encuentre algo en mi. Estar en su cabecera. Algo que permita seguir abriendo mi corazón de par en par, de hoja en hoja.
Qué bien se siente ser leído!!!
Como libro -ese objeto-, no sé a ciencia cierta qué escribieron en mi (un libro no sabe leer)...en todo caso la mirada del libro es hacia el lector, no hacia sus propias letras. O hacia su entorno. Como libro, tampoco sabe el final de la historia que contiene (dichosos los que saben que tipo de historia están contando) y como tal no sabe cuando terminaran con él, cuando lo irán a guardar otra vez. Un lirbo no escoge estar entre unas manos y unos ojos. Hasta este momento no sé de un libro que se cierre solito al no ser leído correctamente -la biblia y corán estarían cerrados de por vida-.
Pero me queda la esperanza de ser, como en ese viejo cementerio de libros olvidados, uno de tantos libros que quiera ser cuidado y releído con nuevos ojos, aunque sean los mismos. Escoger un corazón y una mirada buena.
Como libro sé que las letras que me hacen no las escribí yo. Pero me siento responsable de las emociones que puedo provocar.
Como un libro seré tan prescindible como olvidable. Tan puerilmente fugáz.

(cómo quisiera saber si me han hojeado o me han leido)