de ahora en adelante

Mi voz ya no será la que busque atravesar tus jardines de laberinto. Se ha hecho pesada y repetitiva. Tampoco mis letras, ahora son palomas que han desatado su propia persecución al ser dañinas para las catedrales de tu silencio. Pero eso no significa que me rinda.
Buscaré el saber y poder decir con mi silencio. Ahondaré en la retórica de lo que no se dice.
Hablaré de mi y conmigo con palabras, en corto y hacia mi. Hacia afuera intentaré el silencio como alternativa.
Se ha impuesto el silencio como el mejor de los lenguajes. Y yo seré su mejor hablante.